Perdidas en medio del océano Índico se encuentran las islas Seychelles, una maravilla natural que se convirtió en destino de lujo para millonarios, famosos y amantes del buceo de todo el mundo. No es de extrañar, ya que las playas de arena blanca, palmeras torcidas, agua cristalina y selva transportan a todos los visitantes a uno de los lugares más mágicos de la Tierra. Si tienes la oportunidad, visita la isla principal de Mahé y sus vecinas Praslin y La Digue.
Es casi imposible hacer una lista con las mejores playas de las Seychelles, porque duele dejar fuera muchas maravillas, pero hay una que deslumbra con relación al resto por su calma: la playa de Anse Lazio. Esta se encuentra en el noreste de Praslin y cumple el estereotipo del paraíso perfecto.
Si te gusta el buceo o el esnórquel, las Seychelles es tu destino. Puedes disfrutar en Mahé, Praslin y La Digue, aunque la costa norte de Mahé resulta perfecta por la tranquilidad y claridad de sus aguas.
Si viajas a las Seychelles, debes aprovechar para realizar diferentes excursiones a pie por el parque nacional Morne Seychellois, en la isla de Mahé. Esta es la mejor forma de encontrar playas espectaculares y desiertas, como la de Anse Major.
Las islas Seychelles cuenta con algunos islotes completamente perdidos y deshabitados. Si tu economía te lo permite, puedes aprovechar y visitar la isla Alphonse, a 400 km de Mahé. Este es un destino ideal también para la pesca.
En las Seychelles, se encuentra un valle único en el mundo, como es el valle del Mai, declarado Patrimonio de la Humanidad, que lo es por ser uno de los únicos puntos del planeta en el que se encuentra la palma de coco de mer.
Las islas Seychelles tienen buen clima durante todo el año, por lo que puedes aprovechar para disfrutar de sus playas en cualquier momento. Se recomienda evitar los picos de turismo, que se dan, sobre todo, en Navidad y en Semana Santa.
Las islas Seychelles permiten la entrada en el país de cualquier ciudadano que disponga de un pasaporte en regla, así como un billete de regreso y una reserva en cualquier alojamiento de las islas.
Situadas en el océano Índico, al este del continente africano, las islas Seychelles son accesibles únicamente en avión. En este sentido, la principal vía de entrada es el aeropuerto internacional de las Seychelles, en la ciudad de Victoria y que mantiene conexión directa con Fráncfort, Nairobi o ciudades asiáticas como Doha, Dubái o Abu Dabi.
Las Seychelles son unas islas enfocadas al turismo de resorts, hoteles con playa privada y todas las comodidades que puedas esperar en este paraíso. La opción más económica que ha surgido en los últimos años es la de reservar una casa privada, o bien una habitación en una vivienda con huéspedes.
El autobús es el único transporte público del país, con rutas en las islas de Praslin y Mahé y con precios que rondan las 7 SCR (sobre 0,45 EUR) para Praslin y las 6 SCR (unos 0,40 EUR) en Mahé.
El coche es una buena manera de moverse por las dos islas principales, ya que hay una buena red de carreteras en las que los límites de velocidad varían entre los 40 y los 80 km/h. Por su parte, el alquiler de automóviles es relativamente alto, con precios que se acercan a las 680 SCR (45 EUR, aproximadamente).
Moverse en aviones por el interior es una buena opción para optimizar el tiempo y, además, resultan muy económicos entre Mahé y Praslin. Un vuelo de unos veinte minutos cuesta alrededor de 530 SCR (35 EUR, más o menos).
El coste de vida en las Seychelles es relativamente alto, ya que, durante años, has estado muy enfocadas a un turismo de lujo. Sin embargo, puedes adaptarte y abaratar los costos comiendo en buenos restaurantes alejados de la zona más turística por unas 400 SCR (26 EUR, más o menos). Por su parte, las actividades tienen precios que oscilan entre las 700 y las 1000 SCR (de 46 a 65 EUR, aproximadamente).