Abrazado por el Mediterráneo y el Atlántico, Marruecos es un país de contrastes. En él podrás pisar las arenas del desierto del Sáhara, hacer surf en la playa y observar las montañas siempre nevadas del Rif mientras saboreas un tajín de verduras o un té con menta.
Tánger es una ciudad multicultural. Podrás recorrer las callejuelas que descienden hasta la línea de costa, visitar la tumba del viajero medieval Ibn Batuta y comprar la artesanía típica en latón y cuero.
En la medina de la ciudad, perviven todavía las tenerías tradicionales en las que se tiñe el cuero. Se siguen aplicando técnicas que han permanecido inalteradas desde la Edad Media.
Conocida como la Paloma Blanca, Tetuán es un crisol de influencias judías, hispánicas y árabes. Después de recorrer a pie el casco antiguo, podrás darte un baño en las playas de Cabo Negro o Kabila.
Uarzazat posee una de las casbas mejor conservadas del país. En la ciudad, también podrás adentrarte en el desierto del Sáhara a lomos de un camello o visitar los estudios Atlas, donde se filmaron películas como "Lawrence de Arabia".
Marrakech alberga el mercado de Yamaa el Fna, uno de los más coloridos del país. Tras una visita a la mezquita de Koutoubia y a los zocos de la medina, pueden recuperarse fuerzas con un baño en uno de los "hammams" (baños públicos) de la ciudad.
Entre los meses de noviembre y marzo, se concentran las lluvias en el Rif y, en las zonas del interior, las temperaturas suelen superar los 40 °C en julio y agosto. Cuando planees tu viaje a Marruecos, comprueba si coincide con el período del ramadán. Aunque el país se pueda visitar durante esas fechas, muchos restaurantes cierran y los servicios generales puede que se ralenticen.
Los ciudadanos de los países signatarios del Acuerdo de Schengen solo necesitan de un pasaporte válido para ser admitidos.
Algunas compañías, como Iberia, Air Europa y Royal Air Maroc, ofrecen vuelos directos desde ciudades españolas como Madrid, Barcelona y Sevilla hacia Marrakech, Casablanca o Fez. Un vuelo de Madrid a Rabat dura alrededor de 1 h 30 min.
La cercanía de Ceuta y Melilla permiten llegar a Marruecos en coche. Los servicios de ferri que operan desde ciudades como Algeciras te permiten llevar tu propio coche hasta Tánger o Ceuta y, desde allí, podrás continuar tu ruta.
Desde España, hay líneas regulares que conectan Algeciras con las ciudades de Tánger y Ceuta. La duración de la travesía puede prolongarse entre 1 y 2 h.
Las opciones de alojamiento van desde hoteles con spa, como el Riad El Walaa, de Marrakech, hasta albergues económicos con literas. Pueden alquilarse habitaciones en tiendas instaladas entre las dunas del desierto o en una típica "riad", la casa tradicional con jardín interior.
Casi todas las ciudades disponen de autobuses que conectan las distintas áreas urbanas e interurbanas. El precio de un billete suele rondar los 374 MAD (unos 35 EUR). Una alternativa para moverse por la ciudad la ofrecen los taxis. Una carrera dentro del perímetro urbano cuesta 21 MAD (2 EUR), aproximadamente.
Los trenes son rápidos y cómodos, aunque solo cubren una pequeña parte del territorio. La línea que une Marrakech con Rabat tarda 3 h 30 min en completar el recorrido y un billete estándar en segunda clase cuesta alrededor de 321 MAD (unos 30 EUR).
Los autobuses ofrecen un buen servicio de conexión entre las ciudades y pueblos del país. CTM y Supratours figuran entre las compañías con mejor cobertura territorial. Un billete de Marrakech a Agadir con Supratours cuesta alrededor de 289 MAD (27 EUR).
Para vivir Marruecos de cerca y sin prisas, una buena opción es recorrer el país en coche. Existen compañías de alquiler de automóviles en las principales ciudades y aeropuertos que permiten arrendar un vehículo a partir de 118 MAD (unos 11 EUR) al día.
Algunas compañías nacionales, como Air Arabia Maroc y Royal Air Maroc ofrecen vuelos internos que conectan, por ejemplo, Marrakech con Fez.
Mini
2 adultos, 2 maletas
$7/día
Económico
2 adultos, 2 maletas
$34/día
Los restaurantes y hoteles aceptan pagos con tarjeta, pero necesitarás moneda local para la mayoría de tus transacciones cotidianas. Las oficinas de cambio de moneda están muy extendidas en Marruecos. Un billete de transporte ronda los 374 MAD (0,35 EUR, más o menos) y una comida de tres platos para dos personas cuesta unos 139 MAD (alrededor de 13 EUR).