Bañada por las aguas del mar Báltico, Estonia es una tierra de valles y colinas que comprende más de 1500 islas e islotes. Descubre sus destinos de playa, sus parques naturales y una arquitectura medieval de entre las mejor conservadas de Europa.
Visitar Tallin durante las fiestas navideñas permite disfrutar de la ciudad cubierta de nieve y de los mercados del Adviento. Como alternativa, desde mayo hasta finales de verano el país goza de temperaturas suaves y es el período en el que se concentran festivales de música como el Juu Jääb Festival y el Hard Rock Camp.
Los ciudadanos europeos de países que, como España, hayan firmado el Acuerdo de Schengen, solo necesitan un documento de identidad válido para entrar.
El aeropuerto de Tallin está conectado con distintas ciudades Europeas, como Londres, Moscú y París. Desde España, casi todos los vuelos a la capital estonia que ofrecen compañías como KLM, LOT y Brussels Airlines tienen una duración media de seis horas e incluyen una escala.
Las ciudades del Báltico y del área germánica están conectadas a la capital estonia gracias a compañías como Lux Express Group. Un billete de Varsovia a Tallin cuesta a partir de 35 EUR y el trayecto dura unas dieciséis horas.
Desde Helsinki, Rostock y Estocolmo, parten barcos a Tallin con regularidad. Con Eckerö Line, el trayecto de Helsinki a Tallin tiene una duración estimada de dos horas y cuarto y el billete cuesta unos 12 EUR.
El turismo rural ha experimentado un auge desde principios de los dos mil. Algunas granjas, como Suhka Tourist Farm, se han transformado en alojamientos. Estonia también cuenta con campings como el Kastna Centre, con sauna y cabañas donde pernoctar.
El pago con tarjeta está generalizado en Estonia. Una botella de agua cuesta cerca de 1,22 EUR, un litro de leche se consigue por unos 0,71 EUR, mientras que el plato del día cuesta en torno a 8 EUR.