La República de Guinea ha vuelto a crecer turísticamente poco a poco desde el año 2016. Y bien lo merece, ya que la diversidad de su naturaleza supone un gran atractivo para visitantes occidentales que buscan experiencias únicas en la selva tropical, en carreteras de piedra y roca o en espectaculares cascadas. Sin duda, Guinea es un paraíso por descubrir.
La isla de Los es uno de los tesoros de Guinea, a la que se accede en barco desde Conakry. Es un destino ideal para disfrutar de playas paradisíacas y paseos por frondosos bosques.
En el centro norte de Guinea se encuentra Futa Yallon, un enorme macizo montañoso en el que encontrarás valles, colinas y espectaculares rutas de senderismo. Durante las caminatas, puedes aprovechar para disfrutar de incontables cascadas.
En la localidad de Bossou se encuentra el Instituto de Investigación Medioambiental de Bossou, conocido por su seguimiento a una familia de chimpancés que habitan este bosque. Se puede reservar una visita para ver de cerca a los primates.
Este parque nacional es el más grande de Guinea y es importante por ser una de las ultimas reservas de bosque seco de todo el continente africano. Si lo visitas, podrás ver cocodrilos, hipopótamos y búfalos, entre otros animales salvajes.
Conakry es bulliciosa y tiene muchos de sus edificios derruidos, pero su atractivo es, precisamente, el caos que envuelve a sus visitantes. Poco a poco, atrapa al turista y le descubre algunos tesoros, como su Jardín Botánico, el Centro de Arte Acrobático Keita Fodeba o la catedral de Sainte Marie.
Guinea es un país bastante cálido y muy húmedo, por lo que es mejor evitar los meses de mayores temperaturas, como abril. Además, también es mejor no viajar en julio y agosto, ya que son meses de muchas lluvias. Por tanto, se recomienda viajar entre noviembre y febrero, cuando las temperaturas oscilan entre los 25 °C y los 30 °C.
Los ciudadanos europeos deben acudir con antelación a la embajada de Guinea y solicitar un visado para poder viajar al país africano, además de estar vacunados contra la fiebre amarilla. El precio del permiso para un mes es de alrededor de 1000000 GNF (97 EUR).
El avión es la mejor solución para ir desde Europa a Guinea, ya que es aconsejable evitar las fronteras africanas. El aeropuerto internacional de Conakri es la principal vía de entrada y mantiene conexiones directas con París, Lisboa o Bruselas, además de con distintas ciudades africanas, como Casablanca. Un vuelo desde Madrid, por ejemplo, ronda los 5000000 GNF (unos 485 EUR).
El alojamiento de Guinea es muy variado en función de la zona que visites. La capital se ha enfocado en alojamientos de lujo y hoteles de cuatro a cinco estrellas, mientras que, en el norte del país, encontrarás mucha oferta para hospedarte en albergues y hostales económicos.
En el país no hay transporte público, más allá de unos pequeños taxis compartidos en los que incluso se puede viajar en el techo. Los precios fluctúan mucho, ya sea por el precio de la gasolina o según las personas que viajen. Por su parte, los taxis privados tienen una tarifa de unos 30000 GNF (3 EUR) por un viaje de unos veinte minutos en la urbe.
En todo el país, no hay ningún servicio de autobuses para ir de una ciudad a otra. Sin embargo, se utilizan taxis compartidos (los "taxi-brousses") para desplazarse de una forma económica.
El coche puede ser una buena opción para conducir fuera de la ciudad de Conakry, aunque debes saber que el precio por día ronda los 1550000 GNF (unos 150 EUR).
El coste de vida en Guinea es muy económico si haces un turismo de rango medio, comiendo en mercados locales por apenas 20000 GNF (unos 2 EUR) o reservando un guía de "trekking" por unos 200000 GNF (20 EUR). Lo que debes tener en cuenta es que es necesario viajar con efectivo, ya que la tarjeta no siempre es aceptada y en muchas poblaciones del país tendrás problemas para encontrar un cajero automático.